Directriz Municipal
Rosalino F. Guillén Cordero
13 de
Noviembre de 1810 (¿1819?) nació en Xalapa José María Mata.
Militar. Político. Pintor. Médico cirujano. Preso en la batalla de “Cerro
Gordo”. Se adhirió el “Plan de Ayutla”. Se opuso a Santa Anna y fue desterrado.
Hizo campaña contra los rebeldes de Zacapoaxtla (1856). Diputado (1856-57). En
la Habana se unió a Benito Juárez. Embajador en Washington. Ministro de
Hacienda. Ministro de Relaciones de Porfirio Díaz. Murió en Martínez de la
Torre el 25 de febrero de 1895.
[Efemérides
Veracruzanas, Roberto Peredo. Editores de la Nada, A.C.]
México: entre la Democracia
y ¿el autoritarismo?
Mucho se ha dicho y escrito
sobre los vacíos de poder político en algunas regiones de nuestro país. En lugares
específicos de Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y algunas otras entidades
federativas existe ingobernabilidad democrática, esto es, que las autoridades
locales no cuentan con la capacidad institucional para dar respuesta a las
demandas de la ciudadanía. Las fotografías de los incendios del Congreso, del
PRI y de otras oficinas gubernamentales en Chilpancingo, Guerrero, reflejan la
radicalización de las protestas callejeras y, con ello resurge en el imaginario
colectivo –a la distancia, desde aquí en Veracruz en donde nos encontramos en
el preludio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe- aquellas figuras de la
Guerrilla de los 70´s: Lucio Cabañas y otros. También vuela el fantasma de los
juegos olímpicos del 68.
Pareciera que México se
encuentra entrampado aún entre la transición democrática y el viejo
autoritarismo de partido único hegemónico. Para algunos, estamos ante una
transición democrática fallida, en virtud de que no se ha logrado ir hacia la
consolidación plena de un régimen democrático. Para otros, las exitosas
reformas estructurales del Presidente EPN y su instrumentación son una esperanza
para el país.
Lo cierto es que el gobierno
de EPN enfrenta una severa crisis política que se ha ido escalonando hasta su
misma investidura presidencial. Aníbal Pérez Liñán, Doctor en Ciencia Política
y especialista en política comparada, en su artículo titulado Instituciones, Coaliciones callejeras e inestabilidad política: perspectivas teóricas sobre las crisis presidenciales (2008) estudia la interrupción anticipada del cargo de Presidente en países de América
Latina. El autor señala que entre los años de 1985 y 2005 trece presidentes de
países latinoamericanos fueron removidos de sus cargos o forzados a renunciar.
En el texto y como preguntas operativas de investigación del fenómeno se
pregunta ¿Cuál es el origen de estas crisis recurrentes? ¿Cómo deben ser
conceptualizadas? ¿Son ellas el signo de una democracia enferma o de una
democracia en renovación?
Pérez Liñán señala que una
de las características más notable en la caída de los Presidentes es el papel
preponderante de la protesta callejera: “En primer lugar, los movimientos
sociales se han transformado en el principal factor capaz de desestabilizar a
un gobierno, a través de formas de protesta confrontacionales o violentas. En
segundo lugar, la capacidad represiva del Estado se ha visto limitada por la
creciente resistencia del ejército a ejercer funciones parapoliciales”. (Liñán,
2008).
Los movimientos sociales en
coalición y las élites que dirigen las instituciones (como el congreso, los
militares, entre otros) son las principales variables que explican las caídas
anticipadas de los presidentes en América Latina, a decir de este autor. Aunque
no son todas. Los actos de corrupción son otro detonante.
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2014 realizada por el INEGI, encuentra
que la percepción de la ciudadanía sobre la corrupción en las autoridades de
seguridad no son muy alentadoras.
Las cifras indican que
autoridades como policía de tránsito, policía preventiva, municipal, jueces, ministerio
público y procuradurías estatales, policías ministeriales o judicial e incluso
la procuraduría general de la república (Fiscalía General de la República) y policía
federal son instituciones que más del 50% de la ciudadanía percibe como
corruptas.
Sólo el Ejército y la Marina
tienen una percepción ciudadana de corrupción de menos del 20% de la población de
más de 18 años de la República Mexicana, según esta encuesta.
La corrupción política es la
peor. Entiéndase por corrupción política la que realizan los partidos políticos
en la designación de candidatos a cargos de elección popular. Desde la
perspectiva de esta columna es ahí por dónde se debe comenzar: combatir la
corrupción desde los niveles más alto de las instituciones, comenzando con los
partidos políticos y sus procesos de selección interna de candidatos para
evitar casos como los de la “pareja imperial” de Iguala, Guerrero.
La representación política es una de las fallas de la democracia
mexicana, porque cabe preguntarse ¿los políticos profesionales, electos por la
ciudadanía para ocupar un cargo de elección, sea regidor, síndico, presidente
municipal, diputado, senador, gobernador o presidente de la república representan los intereses de sus electores,
del municipio, distrito o demarcación electoral en donde fueron sometidos a un
escrutinio electoral ó responden a intereses fácticos que van en contra del
pueblo que los eligió?
La crisis es también una
oportunidad de hacer aquello que ha estado pendiente en la construcción de las
instituciones democráticas de nuestro país. Uno de los ejes pendientes es éste:
combatir de manera frontal la corrupción política y empresarial de este país.
Aunque esto sea mucho pedir, si no evolucionamos hacia una democracia moderna,
el fantasma del autoritarismo seguirá recorriendo la nación.
rguillencordero@gmail.com