Rosalino
F. Guillén Cordero
Fue
en la ciudad de Roma en dónde se desarrolló el concepto y modelo de municipio,
primero a través de la organización de la misma ciudad, por las necesidades que
presentaba en cuanto a la prestación de servicios públicos, obras públicas,
vialidades, entre otros, para lo que se requería el cobro de contribuciones;
luego mediante la imposición del modelo como forma de hegemonía en los pueblos
conquistados por el imperio, en donde se establecían arreglos políticos en el
sentido de respetar las autonomías de los mismos a cambio del pago de impuesto
al imperio. Esta última situación trajo consigo que los pueblos bárbaros
conquistados desarrollaran a su vez formas administrativas para la recaudación
de los impuestos.
Así
pues, la etimología del vocablo municipio
proviene de munus (carga) y de capere (asumir o hacerse cargo), para
referirse al hecho de que las ciudades dominadas por Roma debían de pagar un
cierto tributo, que recibía el nombre de municipia;
De ahí que Roma fuera el primer municipio que existió como tal en la urbe,
tomando en cuenta que ésta fue Fundada el 21 de abril de 753 a.C. y que en la
época de mayor apogeo su población era de entre 600 mil a 1 millón 200 mil
habitantes. Para administrar esta urbe se constituyó una organización municipal muy perfeccionada,
que sirvió de ejemplo a las demás ciudades del imperio.
Roma
tenía dos facetas, una como imperio y otra como ciudad. Para atender la
administración cotidiana de la ciudad fue conformándose un cuerpo de
funcionarios, que tuvo su origen en la lucha entre patricios y plebeyos[1].
Los tribunos (Plebeyos) y los Ediles[2]
eran designados por el pueblo romano.
Los
Ediles con el tiempo adquirieron mucha importancia en el gobierno de la ciudad
y se encargaron en el cuidado de sus servicios públicos. Es con la fusión entre
patricios y plebeyos que se dan cuatro ediles en Roma:
1]
Los Ediles Curules, a quienes se les permitía el uso de la silla jurisdiccional
o curul y la toga praetexta y era el
cuerpo deliberante municipal, similar al actual ayuntamiento.
2]
Los Ediles Cereales, que cuidaban la distribución de grano al pueblo;
3]
Los Ediles que administraban la ciudad y sus servicios
4]
Los Ediles al cuidado de los edificios públicos, saneamiento y vialidades.
Conforme
el imperio romano se fue expandiendo por el mundo a través de las conquistas a
otros pueblos, fue necesario aplicar un nuevo modelo de organización política[3].
Esta situación dio origen al nuevo derecho municipal, esto es, el derecho de la
ciudad dentro del Estado.
Dentro
de sus dominios del imperio Romano se encontraban pueblos diversos y plurales
como Germania, los países del Danubio, Britania, Grecia, las provincias de Asia
y África y, desde luego, España.
En
este último país, Roma para mantener su hegemonía fundó diversas ciudades y las
organizó bajo el modelo municipal. No obstante, la comuna española recibió en
segundo término la influencia de los pueblos germánico y árabe, quienes
predominaron en el territorio ibérico durante siglos.
[1]
En la antigua Roma la clase social de los patricios
(en latín "patricii") estaba compuesta por descendientes de
las treinta curias primitivas, constituyendo la
clase aristocrática, una nobleza de raza.
Eran considerados superiores al resto de los habitantes: gozaban de todos los
derechos, poseían tierras y eran los llamados a formar parte del ejército
romano, la legión. Sólo ellos
participaban del gobierno. A medida que el peso social, político y demográfico
de Roma aumentaba, nuevos ciudadanos se incorporaron a los que se les denominó plebe, plebeyos, en contraposición a los
descendientes de los antiguos moradores de la ciudad, los patricios. Obtenido
de http://es.wikipedia.org/wiki/Patricios
[2]
Edil “no pude significar otra cosa sino maestro doméstico y dueño de los
edificios” aunque en la práctica había varias categorías de ellos. Fuente
Bibliográfica: El Municipio, Robles Martínez, Reynaldo. Ed. Porrúa, México,
2006.
[3]
Roma crea al Municipio como una forma de organización política, ya que el
Imperio sometía bajo su voluntad a numerosos pueblos, dándoles como concesión
algunas libertades para gobernarse.
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