Análisis de Impacto Regulatorio en la Nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos: una herramienta para construir normas eficaces desde lo municipal

Por Rosalino Guillén Cordero

Resumen ejecutivo /

En México, la simplificación de trámites es hoy una exigencia ciudadana. La recién aprobada Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos busca responder a esa demanda, pero también trae consigo una certeza importante: el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) sigue vigente como herramienta esencial para asegurar que las nuevas normas sean necesarias, claras y efectivas.

El AIR no es un tecnicismo reservado a los especialistas, sino un instrumento ciudadano que garantiza que cada reglamento o regulación pase por un filtro de análisis, transparencia y participación social antes de aprobarse. Esto resulta especialmente valioso en el ámbito municipal, donde las decisiones normativas inciden directamente en la vida cotidiana: desde el tránsito y el comercio hasta el cuidado del medio ambiente y de los animales.

En este artículo exploramos qué es la Manifestación de Impacto Regulatorio, para qué sirve, qué normas deben someterse a este análisis y cómo los Ayuntamientos pueden aplicarla. Además, comparto mi experiencia en el H. Ayuntamiento de Xalapa durante la creación del Reglamento de Bienestar y Protección a los Animales, un ejemplo de cómo la participación social puede volver positiva y eficaz una norma municipal.

El reto está en construir una cultura de la legalidad desde lo local. El AIR puede ser una palanca para lograrlo, siempre que lo asumamos no como un trámite más, sino como un mecanismo de cocreación entre autoridades y ciudadanía.

En México -como lo abordamos ya en un post anterior- se acaba de aprobar la Nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, cuyo objetivo central es simplificar procesos y reducir la carga administrativa que enfrentan ciudadanos y empresas. Sin embargo, esta ley no eliminó todo lo que conocíamos en materia de mejora regulatoria. Una de las herramientas más importantes se mantiene: el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR).

El AIR se convierte en un puente entre la técnica normativa y la participación ciudadana, y su uso cobra especial relevancia en el ámbito municipal, el gobierno más cercano a las personas.


¿Qué es el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR)?

El AIR es una evaluación previa que se hace a cualquier regulación nueva o reforma de la normatividad existente. Su propósito es medir las consecuencias que puede tener esa norma en la vida de las personas, en la economía, en los trámites y en el funcionamiento del gobierno.

La Manifestación de Impacto Regulatorio (MIR) es el documento que las dependencias deben presentar a la autoridad competente, en el que explican:

  • El problema que se busca atender con la regulación.

  • Los objetivos de la norma.

  • Los costos y beneficios de aplicarla.

  • Las alternativas consideradas (incluso la opción de no regular).

  • Los posibles efectos económicos, sociales y ambientales.

En pocas palabras, el AIR busca que no se legisle ni reglamente de manera improvisada, sino con base en evidencia y análisis.


¿Para qué sirve?

El AIR funciona como un filtro que ayuda a prevenir malas regulaciones. Sirve para:

  1. Evitar cargas innecesarias a ciudadanos y empresas.

  2. Prevenir duplicidades o contradicciones con otras normas.

  3. Promover la participación ciudadana mediante consultas públicas.

  4. Dar transparencia, porque obliga a la autoridad a justificar la creación de una norma.

  5. Mejorar la calidad de las regulaciones, para que sean claras, aplicables y efectivas.

Así, el AIR garantiza que las normas no solo existan en el papel, sino que realmente se conviertan en herramientas útiles para la vida social.


¿Qué tipo de regulaciones deben pasar por el AIR?

En principio, todas aquellas normas generales que puedan impactar en derechos, obligaciones, trámites o costos para la sociedad.

Ejemplos:

Quedan fuera, generalmente, los acuerdos de mero trámite, circulares internas o disposiciones sin efectos hacia la ciudadanía.


El AIR en el ámbito municipal

El municipio es el orden de gobierno más próximo a las personas. Aquí se regulan aspectos cotidianos como el tránsito, el comercio, los servicios públicos, la protección civil, el medio ambiente o el bienestar animal.

Por eso es fundamental que los Ayuntamientos apliquen el AIR al discutir nuevos reglamentos o reformas. Así se asegura que la norma sea:

  • Necesaria, porque responde a un problema real.

  • Proporcional, porque no impone cargas excesivas.

  • Participada, porque escucha a ciudadanos y especialistas.

  • Eficaz, porque puede cumplirse y supervisarse.

Un ejemplo claro sería un reglamento sobre comercio en la vía pública. Si pasa por un AIR, puede evaluarse si la propuesta realmente resolverá los problemas, si no choca con otras leyes y si los comerciantes tienen condiciones para cumplirla.


Una experiencia en Xalapa: el Reglamento de Bienestar Animal

En 2013 participé como Secretario Técnico de la Comisión Edilicia de Gobernación y Reglamento del H. Ayuntamiento de Xalapa. Nos tocó elaborar y dictaminar el Reglamento de Bienestar y Protección a los Animales.

Recuerdo que diversas asociaciones de protección animal impulsaron esta iniciativa. Académicos de la Universidad Veracruzana y ciudadanos comprometidos participaron activamente en mesas de trabajo. El proyecto se presentó al Cabildo y finalmente se aprobó, con la asistencia de cientos de personas que abarrotaron la sala para expresar su apoyo. Esta experiencia se presentó en una mesa en la FILU de la UV, a mediados de 2013.

En aquel entonces no utilizamos la herramienta del AIR. Sin embargo, la amplia participación ciudadana le dio al reglamento legitimidad social, lo convirtió en una norma eficaz y positiva, y aseguró su cumplimiento.

Como diría Eduardo García Máynez (Introducción al Estudio del Derecho), existen normas que son vigentes, pero no positivas. En este caso, el reglamento nació vigente y positivo, porque fue producto de un consenso amplio.

El tiempo lo confirmó: hoy el tema del bienestar animal está arraigado en la conciencia colectiva. Existen instancias municipales dedicadas al tema, el Código Penal tipifica delitos relacionados y hasta existe una fiscalía especializada en bienestar animal


Diferencias entre la Ley General de Mejora Regulatoria y la Nueva Ley

Aunque ambas contemplan el AIR, la nueva Ley Nacional presenta algunos cambios clave:

  1. Simplificación del proceso: se busca que los trámites del AIR sean más rápidos y menos técnicos, de modo que incluso municipios pequeños puedan aplicarlos.

  2. Centralización en la Agencia de Transfromación Digital y Telecomunicaciones: se mantiene la emisión de lineamientos nacionales, con criterios simplificados para estados y municipios.

  3. Mayor participación ciudadana: se refuerza la obligación de abrir consultas públicas, no solo como requisito formal, sino como práctica indispensable.

  4. Flexibilidad en la MIR: el formato de la manifestación se ajusta para que no se convierta en un obstáculo burocrático más.

  5. Carácter vinculante: las observaciones de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones tienen mayor peso y deben ser atendidas por la autoridad proponente.

La lógica es que el AIR deje de verse como un trámite adicional y se consolide como un instrumento de cocreación de normas con la ciudadanía.


Participación ciudadana y cultura de la legalidad

Más allá de ser un documento técnico, el AIR es una oportunidad para la participación ciudadana.

Cada vez que se abre una consulta pública, los ciudadanos pueden opinar y enriquecer las propuestas normativas. En el ámbito municipal, esto cobra especial relevancia:

  • Las decisiones se sienten de inmediato en la vida cotidiana.

  • Una norma mal hecha puede causar conflictos o desconfianza.

  • Una norma participada, en cambio, genera cumplimiento voluntario y legitimidad.

Este proceso ayuda a fortalecer la cultura de la legalidad, porque las personas entienden que la norma no viene impuesta desde arriba, sino que nació de un proceso abierto y compartido.


Conclusión

El Análisis de Impacto Regulatorio es una de las herramientas más valiosas que sobrevivieron a la transición hacia la Nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos.

En el ámbito municipal, representa la posibilidad de que cada reglamento se construya con base en evidencia, transparencia y participación ciudadana.

La experiencia demuestra que cuando la sociedad se involucra, las normas no solo son vigentes, sino también positivas. Así ocurrió en Xalapa con el Reglamento de Bienestar Animal, que marcó un precedente en la conciencia colectiva y dio frutos en nuevas instituciones y delitos tipificados.

México necesita fortalecer la cultura de la legalidad desde lo local. El AIR es una herramienta clave para lograrlo, siempre que se entienda no como un requisito burocrático, sino como un instrumento de diálogo, participación y legitimidad democrática.

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Comentarios

MARIO SANCHEZ ha dicho que…
Esta muy interesante la propuesta, para lo Ayuntamientos, pero es dificil que la implementen y cumplan, si tan solo en el Gobierno Federal, desde el inicio del gobierno de AMLO y su Cuatrote relegaron las MIAs (Manifestacion de Impacto Ambiental), de todas las mega obras amparandose en la presunta seguridad nacional.
rguillencordero ha dicho que…
Muchas gracias por tu comentario y por enriquecer la conversación. 🙏

Coincido en que uno de los grandes retos en nuestro país no es solo tener buenas herramientas como el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) o las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), sino lograr que realmente se apliquen de manera consistente y sin excepciones.

Lo que señalas sobre las megaobras federales y la figura de la “seguridad nacional” refleja un problema real: cuando las autoridades dejan de aplicar estas herramientas, se pierde confianza ciudadana y se debilita la cultura de la legalidad.

Por eso considero que en el ámbito municipal tenemos una oportunidad distinta: al estar más cerca de la gente, los Ayuntamientos pueden abrir sus procesos a la participación ciudadana y con ello dar legitimidad a las normas locales. No será fácil, pero cada reglamento que se construya con transparencia y con voces de la sociedad organizada es un paso hacia adelante para exigir lo mismo en otros niveles de gobierno.

Creo que más allá de la dificultad, la clave está en seguir insistiendo en la importancia de estas herramientas y en que los ciudadanos participemos para que no se queden como letra muerta. 💬👥

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